EL ABUELO DE LORD BYRON.- Los náufragos llegaron a Chiloé después de
horribles penalidades. Entre ellos el abuelo de Lord Byron, famoso marino
que años más tarde dio una vuelta al mundo y visitó nuevamente al país que
le brindó hospitalidad.
El siguiente es un artículo publicado en la obra
"Episodios Nacionales", editado bajo dirección de A. Silva Campos
(Editorial O’Higgins, Biblioteca de los Anales de Chile, 1941) con las
ilustraciones del conocido dibujante y periodista Luis Fernando Rojas,
que también reproducimos aquí. Aunque se trata de un episodio del siglo XVIII y, por lo tanto, fuera de nuestro rango de interés, por la relación que establece con una figura mundial del siglo XIX como Lord Byron lo incluimos acá.
Envuelto en una trágica circunstancia pisó la tierra chilena el abuelo
de Lord Byron, el célebre bardo inglés. Venía de la expedición del
Comodoro Anson, como guardia marina de la fragata “Wager”, que era una
de las naves de la escuadra, y que por temporales se separó de su
almirante, extraviándose en los mares del sur, el año 1741.
La “Wagner” traía 150 hombres de tripulación, al mando del capitán Cheap,
hombre terco, enérgico, duro y sufrido. Venía a cargo de la artillería,
que eran 28 cañones, el artillero John Barkeley, y como oficiales el
teniente Hamilton, el cirujano Elliot y los guardias marinas Campbell y
John Bayron, que más tarde iba a ser abuelo del gran poeta británico.
El 14 de marzo de 1741 la fragata naufragó en la costa occidental de la
Patagonia, quedando encallada sobre una roca, sin hundirse
completamente. El capitán David Cheap, con su energía hizo retirar de su
fragata más misiles, la mercadería y abastos y logró llevar su
tripulación a una isla vecina, en medio de una lluvia torrencial. Se
encontraban al norte de las islas Guayaneros, entre los paralelos 47 y
48, al sur del golfo de Penas, donde debieron resistir los días helados
y las noches glaciales interminables.
Los mantenía la esperanza de reintegrarse a la expedición de Anson, a
quien suponía en Juan Fernández; pero hubo desacuerdo entre la gente.
El artillero Barkeley encabezó un motín, al que se plegaron 92
hombres y apresó a Cheap, quien se quedó con Hamilton y el cirujano
Elliot. Esto ocurría el 9 de octubre de 1741, la tripulación restante ya
había muerto.
El 13 de octubre los amotinados en 3 botes se hicieron a la mar, rumbo
al estrecho. Cuando partieron, Cheap se despidió de Barkeley diciéndole:
“Le ruego que haga descripción imparcial de los hechos. ¡Buen viaje y
éxito!”.
Al día siguiente uno de esos botes, comandado por Byron y Campbell,
regresó al lado de Cheap, con 9 hombres más. Mientras tanto Barkeley,
siguió adelante y perdió 9 compañeros quienes, al bajar a tierra en
busca de agua, no pudieron reembarcarse porque el bote fue arrastrado
por las corrientes.
La gente de Cheap también había diezmado, por hambre y frío hasta quedar
únicamente Hamilton, los dos guardias marinas y el capitán Cheap. Todos
estos en un bote consiguieron llegar hasta Chiloé a mediados de junio de
1742.
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